Cuando pensamos en fracaso y éxito, sentimos que hay un espacio muy grande entre ambos conceptos. Sin embargo, es necesario hacernos la pregunta ¿Qué es fracaso?
En realidad, es una manera de enfrentar un hecho desagradable, cuando las cosas no resultan de la manera que hemos planeado o por lo menos hemos visualizado. Es cuando el resultado obtenido no es el más acorde con el objetivo deseado. Es una experiencia negativa.
Creo firmemente que esta palabra, en mi visión como especialista en adolescentes y Coach de Jóvenes, no debería existir.
El fracaso al final lo representaría como un suceso que genera una crisis emocional. Al respecto, he leído algo muy interesante: en Japón la palabra CRISIS está compuesta de dos palabras, OPORTUNIDAD-PELIGROSA. Me encanta principalmente la primera palabra oportunidad y es lo que en realidad se genera en los momentos en que se manifiestan los fallos en la meta por alcanzar.
En estos últimos 30 años y desde muy joven, me encantaban todos los libros que se relacionaran con ganar dinero y ser millonario – en blogs anteriores ya hablé sobre este tema – fue algo impuesto como una creencia en mi infancia, que el ser millonario lo relacionaba con ser importante, yo personalmente pensaba que, si lograba esto, sería la persona más feliz del universo, pero algo que no te dicen los libros es que para llegar a serlo hay que pagar un precio y muchas veces muy doloroso.
Les cuento una experiencia de vida, hace unos años atrás, uno de mis sueños más grandes y convencido de que lograría ser millonario, era el tener un restaurante. No cualquiera, uno muy grande, para ganar mucho dinero y rápido, aunque del tamaño de mis sueños también era el tamaño de los retos que tendría que vivir. La realidad fue que todo al inicio fue mágico, sin embargo, en ese tipo de negocios hay una curva emocional muy grande, al principio, las respuestas eran muy buenas pero luego venia la curva de sostener el sueño y aquí fue donde se complicó todo, la crisis tocó a la puerta de mi vida y la convirtió en un verdadero caos, literalmente vivir con ese sentimiento de falla, fracaso o por último de derrota, fue una experiencia que en su momento resultó muy difícil, pero luego se ha convertido en una gran oportunidad de vida.
Hoy miro el pasado y reconozco que las fórmulas que se estudian no muestran cómo lidiar los fallos o por lo menos como manejar el sentimiento que deja un fracaso, lo que sí puedo hoy es regalarte dos cosas de esta experiencia, los hombres de éxito son los que logran manejar el fracaso emocional y convertirlo en oportunidades de vida, y aquí está el cierre de esa brecha.
El éxito está en cómo visualices la vida:
¿Cómo pasar del fracaso al éxito?,
UNO, creer que es un hecho puntual, no el fin de tu vida.
DOS, ¿Que aprendiste de esa experiencia?
TRES, ¿Qué harías diferente si volvieras tener una nueva oportunidad?, y aquí está la clave del éxito.
El Éxito para mí es realizarse en un nivel óptimo, en todas las áreas de tu vida o por lo menos las que tengan el significado más importante para ti.
Creo que cada etapa de la vida es una oportunidad de ser feliz, de poder cumplir sueños, de poder superar obstáculos, para mí no existe nada más gratificante que el poder reconocer que se ha podido cumplir la gran meta de librarse de la creencia de que no podré lograrlo. Esta es la clave del éxito.
Si hoy tu conversación está apoyada en posibilidades, emociones de retos, en una visión de un futuro prometedor, en la seguridad de aprovechar las oportunidades que se presenten, quiero decirte que has logrado pasar del fracaso al éxito en tu vida.
